La tecnología facilita desde las
actividades del hogar hasta las del trabajo, de eso no hay duda, pero detrás de
ese beneficio germina una patología que ha comenzado a causar estragos en la
salud del hombre contemporáneo llamado Tecnoestrés. También es llamado Síndrome
de Fatiga Informativa, y es uno de los problemas surgidos en la era digital y
padecido por personas que no sólo trabajan con la computadora y usan variados
aparatos tecnológicos, sino que sienten que dependen de ellos.
Para dar comienzo a este pequeño aviso es
importante preguntarse:
Usted…
¿Cómo anda?; ¿Le duele el cuello?, ¿la
espalda?, ¿le arden los ojos?, ¿tiene molestias en el brazo y hombro derecho?,
¿no duerme bien y sueña con su computadora? De vez en cuando en las vacaciones
echa de menos a su ordenador y, mientras toma sol con su familia en la playa,
tiene a mano el teléfono móvil, ¿por si acaso? Piénselo, porque quizá está
sufriendo de tecnoestrés. "Enfermedad" que padecen algunas personas
que habitualmente trabajan con la computadora, navegan por Internet, usan el
teléfono móvil y tienen al alcance de su vida cotidiana cientos de aparatos
tecnológicos, sin los que, digamos, casi no pueden vivir.
El uso abusivo de la tecnología puede perjudicar
nuestra estado de salud manifestándose por medio de dolores musculares,
trastornos posturales y visuales, cefalea, sedentarismo, trastornos
psicológicos y afectivos (ansiedad, depresión, insatisfacción, etc.)
De esta manera se pueden producir:
Trastornos
en el plano psicológico como ser tecnofobia: es el rechazo que generan
las nuevas tecnologías, ya sea, por brechas generacionales o por la sensación
de incapacidad para actualizarse en el uso de las mismas.
Trastornos en el plano físico como alteraciones
físicas: por el mal uso de la tecnología, es
decir, malas posturas incorrecto uso del monitor, mala posición del teclado,
etc.
Trastornos
denominados intermedios como tecnofilia: es el extremo opuesto a la
tecnofobia ya que es la adicción a internet y a las nuevas tecnologías.